El día 26 de abril asistimos a la
segunda charla del módulo de Innovación educativa impartida por Rafael Martín,
director del Colegio Carmelitas de Elda. Rafael Martín nos ha enseñado otra
perspectiva de la innovación. El objetivo de esta charla fue establecer la
innovación como una estrategia fundamental en la gestión de un centro
educativo, comprender la orientación al servicio y al mercado como forma de
actuar en un entorno competitivo, darse cuenta de la importancia de la marca
para un centro educativo y conocer las herramientas para favorecer la
innovación.
En primer lugar, un centro educativo es
un servicio al cliente para invertir tiempo en personas, es decir, es un
servicio que doy a la sociedad para un bien común. En todas las relaciones con
el exterior la escuela (la empresa) se hace presente en nosotros. Todo
comunica, no somos neutrales. Tenemos que tener en cuenta que quiere el cliente
de mí, es decir, tenemos que pensar que quieren los padres de mí y que quiero
yo de los alumnos, del director, etc. para ello, consolidan una relación con
sus alumnos y su formación integral para su futuro laboral y su felicidad
personal.
Pero, ¿Qué nos puede ayudar en un centro
educativo? El marketing. Según Layola (2007): “Es la actividad de las
organizaciones y conjunto de procesos para crear, comunicar, entregar e
intercambiar ofertas que tienen valor para los consumidores, clientes, socios y
la sociedad en su conjunto”. En un centro, los clientes son los alumnos, los profesores, los padres, el
PAS (Personal de Administración y Servicios), la entidad propietaria y las
empresas proveedoras.
Actualmente, el cliente ha cambiado su atención, y demanda la adaptación de la oferta a sus necesidades, está informado y exigente, es más cómodo, sin distancias, busca la confianza y quiere resultados. Y la enseñanza también ha cambiado ya que, el cliente actual son padres separados/divorciados, las madres trabajan fuera del hogar, nuevos tipos de familia, cesión a los abuelos, familias desestructuradas, muchas horas de televisión, internet, videojuegos, etc. Todo esto hace que los profesores tengan que hacer muchas veces de psicólogos, enseñar a comer, higiene, crear hábitos, cubrir necesidades de afecto, actividades extraescolares, detectar problemas de salud, etc. Los proveedores y clientes no piensan igual. Los proveedores hacen productos y el cliente compra soluciones y sus necesidades crean productos. Por ello, debemos aprender a pensar como clientes y ser un referente moral, educativo y estar pendiente del profesorado, administración, empleados, estudiantes, instituciones y asociaciones, el gobierno, la investigación, etc. para entender donde estamos situados y por qué es importante innovar porque mi innovación va a afectar a todos estos grupos porque de alguna forma éstos dicen que se innove.
Por otro lado, con respecto a la marca
podemos decir que el sector educativo es junto al sector turístico una de esas
pocas industrias de las emociones y los recuerdos. Toda nuestra niñez y
pre-adolescencia están impregnadas por las personas, lugares y experiencias que
nos forman como personas. La marca es un contenedor de mensajes. Diferenciar
cada vez es más difícil. Es como una especie de puzle iniciado con la apertura
inicial por parte del centro.
Por ello, hay que incorporar el
Branding, esto implica trabajar de manera continuada y alienada para enamorar a
nuestros alumnos, padres y personal haciendo nuestra experiencia educativa y
empresarial única y diferente. Un ejemplo de alianza de marca es el Grupo Gexe.
Otro punto a destacar, es que la
innovación docente es diferente de la innovación educativa. La innovación
educativa es pasar de lo viejo a lo nuevo, es decir, pasar de un modelo
formativo y centrado en el profesor a paradigmas formativos basados en el
aprendizaje y centrados en el alumno. La escuela funciona con estos paradigmas.
¿Cuándo los exámenes son la prueba de algodón de cualquier innovación educativa?,
la evaluación del trabajo diario es muy importante, los exámenes no lo son
todo. Parece lógico que cambiemos la metodología para los exámenes; muchos
profesores confunden cambiar la metodología de evaluación con poner más
exámenes, esto no es innovar.
El mejor agente de marketing en una
escuela es el propio alumno ya que son los que mejor podrán vender el colegio
(la marca). El reto es que se pase de la no fidelidad a la lealtad. El 80% son
fieles pasivos. Como maestros tenemos que conseguir que sean leales, que
participen. Para ello se necesitan dos componentes, lo emocional y lo racional.
Toda la comunidad educativa en equipo debe estar al servicio de los niños
para facilitar la tarea. Un ejemplo de
innovación docente es el Colegio Monserrat de Barcelona, cuya directora es
Monserrat del Pozo, que es considerado el colegio más innovador de España.
Por todo ello, podemos decir que lo más importante
es entusiasmar a los alumnos y tener la satisfacción de haber conseguido el
difícil equilibrio entre lo que pide la familia, los alumnos y la sociedad.
Acompañado de una carta de servicios y áreas y grupos de mejora del centro,
enseñarles a vivir en el centro, es decir, a hacer suyo el centro y decirles a
nuestros alumnos que ¡SON LOS MEJORES!
Abraham Lincoln: “si tuviera nueve hojas
para talar un árbol emplearía siete de ellas para afilar el hacha”.